Viví muchos años unas casas más arriba de donde se encuentra ésta.

Cada día pasaba por delante de la casa que en un futuro iban a derribar para construir ésta.

Recuerdo que era una casa antigua, pero no consigo recordar cómo era.

Lo que sí recuerdo es ver cómo se fue levantando la nueva y cómo montaban la estructura, que sólo verla ya se intuía que iba a ser un “casoplón”.

(Por cierto, en aquél momento ni siquiera me dedicaba a esto. Tenía veintipocos y estaba acabando de estudiar)

Cada día pasaba por delante e iba siguiendo los avances de la obra. ¿Para quién iba a ser esa casa?

Sin duda la estaban haciendo a conciencia. A mi se me hacía eterno…(Supongo que a sus dueños más).

Más adelante me mudé y le perdí la pista diaria.

Sólo veía los avances de vez en cuando y entonces ya se notaban más.

El caso es que cuando ya estaba acabada por fuera, tenía la curiosidad de ver cómo sería por dentro.

Tampoco como para picar al timbre, pero…Es como empezar una serie en Netflix y que no emitan la última temporada.

Pasan algunos años, Finca Regia nace, pasa algún año más y un día contacta con nosotros Joan.

Joan tiene una casa de arquitectura singular que quiere vender.

Quedamos con él para verla, y ese día, inesperadamente, es el día que terminé la última temporada de la serie que empecé hace años.

Aquí la tenéis.